La ludopatía es un trastorno adictivo que puede afectar gravemente la vida de las personas y su entorno. Si estás experimentando problemas relacionados con el juego y sientes que estás perdiendo el control, es importante que sepas que no estás solo. Nosotros, EA psicólogos somos expertos en el tema y podemos ayudarte a recuperar el control de tu vida.
Como algunos sabemos, la ludopatía es un trastorno psicológico que se caracteriza por una necesidad compulsiva e incontrolable de jugar y apostar dinero en juegos de azar. Las personas que sufren de ludopatía no pueden controlar sus impulsos y, a menudo, se ven obligados a gastar grandes sumas de dinero en juegos de azar para satisfacer sus necesidades.
La ludopatía es un problema de adicción al juego que afecta a personas de todas las edades, géneros y niveles socioeconómicos. La adicción al juego puede tener graves consecuencias para la salud mental y física de una persona, así como para su bienestar financiero, social y familiar.
El tipo de juego que los especialistas reconocen como potencialmente adictivo es el juego de azar con recompensa económica. Además, en la actualidad, los especialistas se cuestionan hasta qué punto los juegos de rol online, denominados Massively Multiplayer Online Role-Playing Games (MMORPG) pueden ser adictivos y se han descrito casos de adicción.
Los videojuegos no crean ludópatas, aunque si influyen en que esta afición se convierta en una patología, pues incrementan el riesgo de que los jóvenes encuentren una excitación en jugar con dinero.
Como psicólogos especializados en el tratamiento de la ludopatía, estamos aquí para ofrecerte el apoyo y acompañamiento en este proceso. Juntos podemos trabajar para identificar las causas subyacentes de tu adicción al juego, aprender nuevas estrategias para manejar los impulsos y emociones que pueden desencadenar el juego compulsivo, y desarrollar un plan personalizado para ayudarte a superar esta adicción.
En principio la ludopatía puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género y nivel socioeconómico, aunque el perfil del ludopata ha cambiado en los últimos años.
Anteriormente el problema recaía mayoritariamente en hombres con una media de edad de 40 años de edad, mientras que en la actualidad se trata de jóvenes de 15 a 35 años, muchos de ellos estudiantes, que juegan cada vez más horas. Asimismo, se ha demostrado que los jóvenes ludópatas se inician en el juego antes de la mayoría de edad a pesar de la prohibición para acceder al juego antes de los 18 años. Una causa de ésto es la proliferación del juego online y los locales de apuestas que han hecho el juego mucho mas accesible y cercano, con una menor percepción del riesgo. Según los estudios, el inicio temprano en el juego durante la adolescencia se ha asociado a una mayor gravedad de la problemática en edad adulta.
Sin embargo, sigue siendo un problema más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, señalándose diferencias desde 3:1 hasta 10:1.
En ocasiones esta problemática esta asociada al consumo de alcohol u otras drogas, pudiendo llevar al desarrollo de otras adicciones; también trastornos depresivos y psicosomáticos así como diversos problemas familiares, sociales, laborales y legales.
Siguiendo el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su quinta edición revisada (DSM-V 2013), los síntomas que pueden presentarse tanto en el juego online como en el juego patológico tradicional serían:
1) Preocupación excesiva por el juego,
2) Necesidad de apostar cantidades crecientes para conseguir la excitación deseada.
3) Fracaso repetido por controlar o detener esta conducta,
4) Inquietud o irritabilidad cuando se intenta reducir o parar el juego.
5) Utilización del juego para escapar de estados emocionales negativos.
6) Persistencia en esta actividad con el fin de intentar recuperar el dinero perdido,
7) Mentir sistemáticamente a las personas del entorno más cercano para ocultar la conducta de juego y los problemas derivados de ella,
8) Delinquir para seguir financiando el juego.
9) Arriesgar o perder las relaciones interpersonales debido a esta conducta,
10) Tener la confianza en que los demás van a seguir proporcionando recursos económicos para salir de las situaciones desesperadas.
Si cumples 4 o mas de estos síntomas tienes un problema de adicción al juego y si cumples mas de 8 síntomas la adicción se considera grave.
La ludopatía puede ser causada por una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y factores asociados al juego.
La consideración de la activación o excitación como factor determinante del juego ha facilitado la defensa del juego como una adicción, una adicción en la que la activación podría estar provocando las sensaciones de deseo («craving») y, en consecuencia, «empujando» al jugador a jugar de forma reiterada y sin control. Los jugadores experimentarían durante el juego niveles de excitación o activación extraordinariamente elevados, que los percibirían muy placenteros y serían un factor determinante del desarrollo y mantenimiento de su conducta de juego patológico. La ausencia de juego, y en consecuencia la caída de los niveles de excitación, llevaría al desarrollo del «síndrome de abstinencia», que empujaría a los jugadores a su conducta de juego como forma de conseguir reducir este síndrome de abstinencia y alcanzar los niveles de activación-excitación percibidos como óptimos.
. Factores psicológicos:
Existen teorías que inciden en los aspectos internos de los y las jugadores patológicos asociados a la problemática. Un aspecto muy importante es que las personas con problemas de juego usan éste como primera estrategia de regulación emocional con el fin de aliviar o escapar de las presiones de su vida.
Otros aspectos también relacionados con la personalidad de los jugadores y jugadoras patológicas serían la búsqueda de sensaciones, según la
cual, los jugadores y jugadoras patológicos serían vistos como personas con tendencia a buscar una intensa estimulación, cambio, aventura y riesgo.
Además, para algunas personas el juego se convierte en una forma habitual de diversión y, en muchos casos, una diversión que comparte con amigos o conocidos (juegos de cartas, bingo, casinos, apuestas deportivas, etc).
También hay que destacar la capacidad del juego para generar cierta ilusión de control en el jugador, utilizando estrategias para intentar enmascarar la noción de azar, entre ellos dotar al jugador de un papel activo, facilitar la percepción de habilidad con relación al juego, el nivel de complejidad del mismo y el tipo de contacto con el juego.
Ente los factores que incrementan este valor adictivo, además de su accesibilidad ya considerada, están: que permita apuestas bajas, jugar de forma continuada y reiterada, la posibilidad de obtener premio de forma inmediata, la presencia de estímulos que atraigan la atención sobre el juego o los resultados (sonidos, luces, etc.) o un cierto grado de tensión emocional durante el juego.
Es evidente que no se juega lo mismo a todos los juegos de azar, ni todos los juegos de azar tienen la misma capacidad para generar problemas a los jugadores.
. Factores relacionados con el juego:
El modelado de padres, familiares y amigos, el condicionamiento de la activación, o el efecto operante de los premios sobre la conducta de juego (especialmente relevante en los primeros momentos), sin duda son importantes y deben tenerse en cuenta. De hecho es frecuente encontrar en la historia inicial de los jugadores patológicos la presencia de uno o más premios importantes en los primeros momentos.
. Factores sociales:
Otras características de personalidad serían la baja tolerancia al aburrimiento y a la monotonía, la falta de control de impulsos, las dificultades en el manejo de situaciones problemáticas, la tendencia a la independencia, el individualismo y la reserva.
La ludopatía puede tener consecuencias graves para la salud mental y física de una persona, así como para su bienestar financiero, social y familiar. Algunas de las consecuencias más comunes de la ludopatía incluyen:
a) En el ámbito personal. Los ludópatas no se encuentran bien habitualmente. Perder dinero, no saber cómo hacer frente a las deudas contraídas, mentir a los amigos y familiares, descuidar sus obligaciones cotidianas, etc., les genera un nivel de malestar general (tristeza, ansiedad o irritabilidad) y, en último término, un concepto de sí mismo muy deteriorado. El consumo excesivo de alcohol es, a veces, una consecuencia de esta situación
b) En el plano económico. La situación económica suele ser apurada y las deudas contraídas cuantiosas. No son infrecuentes los robos o estafas y el sometimiento de la familia a penurias económicas relacionadas con la ludopatía.
c) En la situación laboral. El rendimiento en el trabajos se resiente como consecuencia de los pensamientos constantes en el juego y de las faltas o abandonos del trabajo, sin descartar aquellos casos de despido por robo o por incumplimiento manifiesto de la responsabilidad laboral
d) En el entorno familiar. La dedicación al juego impide al adicto prestar la atención debida a la pareja y a los hijos. Las relaciones familiares se resienten.
e) En la vida social. Los jugadores patológicos disponen de poco tiempo para las relaciones sociales y acaban por abandonar sus relaciones anteriores.
f) En las relaciones con la justicia. Los ludópatas están implicados con frecuencia en conductas penadas por la ley: falsificación de cheques, emisión de cheques sin fondos, impago del alquiler de la vivienda, etc.
La familia del ludópata suele pasar por las siguientes fases:
Fase de negación - La familia cree que es algo pasajero y de escasa importancia. Consideran que el paso del tiempo lo resolverá. Esta negación puede mantenerse durante años, sobre todo si se añade el hecho de que las personas que juegan son expertas en la mentira y el engaño.
Fase de estrés - Llegan las dificultades económicas, las ausencias del/la jugador/a y el juego empieza a interferir de forma importante en la vida familiar.
La negación no puede seguir manteniéndose y empiezan a surgir sentimientos de rechazo y desilusión. Generalmente suele existir cierto reconocimiento del problema y aparecen remordimientos asociados al hecho de jugar.
También el/la jugador/a promete dejar el juego y la familia intenta ayudarle a resolver el problema. Los primeros intentos de ayuda suelen consistir en facilitar recursos económicos o medios para resolver los problemas financieros.
Cuando la familia descubre que no consigue controlar el juego, aparecen sentimientos de frustración, desamparo y resentimiento. Suele ser frecuente que se encubra al/la jugador/a y se mienta para ocultar su problema, lo que conlleva a un aislamiento social y familiar para evitar que el problema se conozca. La consecuencia de ésto es un aumento del rechazo del/la jugador/a, continuas discusiones sobre el juego, altos niveles de ansiedad y bajo estado de ánimo.
Fase de agotamiento - Ya no se ve una salida clara al problema.
La familia entra en una etapa de desesperación, en la que se puede refugiar en comportamientos excesivos (alcohol, tabaco, tranquilizantes), desahogarse con alguien e incluso plantearse la ruptura de la relación con el/la jugador/a. La familia se siente angustiada, confusa, resentida y agotada tanto física como mentalmente. En esta fase los familiares se plantean pedir ayuda profesional.
El juego compulsivo o ludopatía por parte de un componente de la familia supone una gran alteración para todo el sistema familiar, comparable a la que ocurre en otras adicciones. Las consecuencias más destacables son:
• Deterioro en la comunicación y falta de diálogo, con relaciones cada vez más tensas. Las mentiras y engaños por parte del jugador para ocultar su problema son frecuentes. Cuando el familiar descubre el problema, el jugador suele negarlo y no lo acepta
• Se entra en una dinámica de conflictos que muchas veces acaba en ruptura familiar, a través de separaciones o divorcios y distanciamiento de los hijos.
• Las mujeres de jugadores suelen sufrir a menudo problemas de tipo físico y psicológico, como estados de ansiedad o depresión, dolores musculares, de cabeza o estómago, etc.
• Los hijos también suelen verse muy afectados debido al ambiente familiar conflictivo que se crea en las familias en las que uno de los miembros tiene problemas con el juego. Aproximadamente, un 25% de los hijos de jugadores presentan problemas de conducta en el colegio, o abuso de alcohol y drogas, arrestos policiales, juego excesivo y huidas de casa.
La ludopatía es un trastorno grave que requiere tratamiento profesional.
Algunos de los tratamientos más comunes para la ludopatía incluyen:
• Terapia cognitivo-conductual: La terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia que se enfoca en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento de una persona. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a una persona a identificar los pensamientos y comportamientos negativos que la llevan a jugar y apostar dinero en juegos de azar, y enseñarle estrategias para controlar sus impulsos.
. Terapia centrada en las emociones: favorecer la regulación de las emociones asociadas con la conducta adictiva así como mejorar las habilidades sociales y de resolución de conflictos.
• Terapia de grupo: La terapia de grupo puede ser una forma efectiva de tratamiento para la ludopatía. Las personas que participan en terapia de grupo pueden compartir sus experiencias y aprender de los demás, lo que puede ayudarles a sentirse menos aislados y a comprender mejor su trastorno.
. Terapia familiar y de pareja: mejorar la comunicación y el apoyo en el tratamiento del ludópata asi como resolver conflictos ocurridos a raíz de la ludopatía. Los familiares del ludopata pueden requerir atención psicológica individual por el impacto que ha tenido en ellos el problema.
• Medicación: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para aliviar algunos síntomas de la ludopatía, como la ansiedad y la depresión. Los medicamentos deben ser prescritos por un profesional de la salud mental y ser utilizados bajo supervisión médica.
El primer paso es tratar de hablar con nuestro familiar para expresarle nuestra preocupación y motivarle a tomar conciencia de su problema y ponerse en tratamiento. Se suele recomendar que la familia no se responsabilice de las deudas del/la jugador/a ya que de esa forma se retrasa la concienciación del problema por parte de la persona que juega. El/la jugador/a es quién debe asumir la responsabilidad del pago de sus deudas.
Por otro lado, el dinero es el medio para acceder al juego. Si la familia quiere ayudar al/la jugador/a a recuperar el control sobre su conducta de juego, es importante que le ayude en el control de la economía. Algunas pautas a seguir serían:
• Dificultar el acceso al dinero: no manejo de tarjeta de crédito, realizar cartillas mancomunadas.
• Ayudarle a solicitar la autoprohibición del juego que impide la entrada en casinos, salas de juego y portales online.
• Acompañarle cuando tenga que hacer un pago en metálico o si tiene que pagar alguna deuda.
• Apoyarle para que informe de su problema a aquellas personas que le han dejado dinero o le están dejando.
• Plantearle alguna actividad placentera que pueda compartir con él o ella, sobre todo en los momentos que sienta ganas de jugar.
Primero tendremos una entrevista telefónica contigo para valorar tu motivo de consulta y decidir el profesional que mejor encaje contigo. Después tendrás tu primera cita gratuita para que puedas comenzar tu proceso de psicoterapia con nosotras.
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